La Época de Burgos
de san Josemaría

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Inauguración de la glorieta de san Josemaría Escrivá

El sábado 26 se inauguró una nueva glorieta que lleva el nombre de "Josemaría Escrivá". Está situada en el camino que san Josemaría solía utilizar para ir al Monasterio de las Huelgas, motivo de su tesis doctoral.

El Prelado del Opus Dei Mons. Javier Echevarría, acudió el 4 de marzo del 2005 a Burgos para participar en el XXIX Simposio Internacional de Teología del Sacerdocio. Además, visitó al Alcalde burgalés, quien anunció la futura dedicación de una plaza a san Josemaría cerca del Monasterio de las Huelgas.

Plano de la situación de la glorieta

Día 26 de Enero de 2008

  1. 12:00 Acto inaugural en la "Glorieta Josemaría Escriva"
  2. 13:15 Santa Misa de Acción de Gracias en la iglesia de San Cosme y San Damián

Recuerdo histórico

Recuerdo histórico

El camino que conducía del centro de Burgos al Monasterio de las Huelgas era llamado "la Calzadilla", y consistía en un sendero bordeado por huertas.

Camino de la Calzadilla

Al urbanizar la zona, ese sendero ha sido reemplazado por el "paseo de la Serna" y el "paseo de la Media Luna", dos vías consecutivas que confluyen en la "Glorieta de san Josemaría Escrivá": se trata de una nueva rotonda en el entorno de la Castellana, en la intersección de las calles paseo de la Media Luna, Luis Rodríguez de Arango, Mecerreyes y paseo de la Serna.

El 6 de junio de 1938, lunes, san Josemaría hizo ese día la oración de la mañana, caminando despacio, por el sendero que conducía al Monasterio de las Huelgas, donde investigaba para su tesis doctoral...

Por la tarde escribió a Juan Jiménez Vargas, uno de primeros chicos del Opus Dei, que estaba en el frente de Teruel:

"Burgos - 6-VI-938.
+ Jesús te me guarde, para él.
Querido Juanito: Esta mañana, camino de las Huelgas, a donde fui para hacer mi oración, he descubierto un Mediterráneo: la Llaga Santísima de la mano derecha de mi Señor. Y allí me tienes: todo el día entre besos y adoraciones. Verdaderamente que es amable la Santa Humanidad de nuestro Dios! Pídele tú que él me dé el verdadero amor suyo: así quedarán bien purificadas todas mis otras afecciones. No vale decir: corazón, en la Cruz!: porque, si una herida de Cristo limpia, sana, aquieta, fortalece y enciende y enamora, qué no harán las cinco abiertas en el madero? Corazón, en la Cruz!: Jesús mío, qué más querría yo! Entiendo que, si continúo por este modo de contemplar (me metió san José, mi Padre y Señor, a quien pedí que me soplara), voy a volverme más chalao que nunca lo estuve. Prueba tú! [...]
Vaya, hijo: Dominus sit in corde tuo!...
Un abrazo. Desde la Llaga de la mano derecha, te bendice tu Padre,
Mariano"


Y ese mismo dia, por la noche anotó en sus apuntes íntimos:
Mi oración de la mañana camino de las Huelgas: guiado por S. José, me he metido, con luz del Espíritu Santo, en la Llaga de la mano derecha de mi Señor."

El episodio narrado más arriba tuvo lugar, con toda probabilidad, en ese sendero ahora urbanizado, y en cualquier caso, en lo que ahora es la Glorieta de san Josemaría Escrivá o en algún punto cercano.

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